La OCDE alerta de que España atraviesa una fuerte crisis de acceso a la vivienda, especialmente en el mercado del alquiler. La presión de la demanda, impulsada por la migración y el crecimiento de hogares en zonas urbanas y turísticas, supera con creces la capacidad actual de generar nueva oferta. Según el Banco de España, existe un déficit de más de 600.000 viviendas acumuladas entre 2022 y 2025.
A pesar de que el 75% de los ciudadanos mantiene vivienda en propiedad, el número de inquilinos ha crecido con fuerza desde 2015, especialmente entre los jóvenes. No obstante, la vivienda social apenas suma el 3% del parque total, una cifra muy inferior a los promedios europeos y que contribuye al elevado riesgo de pobreza residencial que registra el país.
Una oferta insuficiente y un mercado cada vez más tensionado
La OCDE identifica varios factores que explican la falta de respuesta del mercado:
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Escasez de suelo disponible en zonas con alta demanda.
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Baja productividad del sector de la construcción en los últimos años.
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Costes elevados del suelo y de los materiales.
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Incertidumbre normativa, que desincentiva la inversión y retrasa proyectos.
Aunque el Gobierno ha impulsado reformas como la actualización de la Ley de Suelo o el fomento de la construcción industrializada, la organización considera que estas medidas aún son insuficientes. Para equipararse a la media europea, España necesitaría 1,5 millones de viviendas sociales, lo que implica acelerar la construcción y la reconversión de inmuebles.
Topes al alquiler: impacto reducido sin más oferta
En cuanto a políticas de control de precios, la OCDE señala que su eficacia es limitada si no se acompaña de un aumento real de la oferta. Recuerda el caso de Barcelona, donde la congelación de alquileres provocó la retirada de parte del parque arrendado y un aumento del alquiler de corta estancia.
El organismo insiste en que es necesario un enfoque equilibrado que combine medidas de oferta y demanda, coordinado entre gobiernos autonómicos y ayuntamientos.
Viviendas vacías y fiscalidad: medidas difíciles de aplicar
España cuenta con cerca de 3,8 millones de viviendas vacías, muchas situadas en zonas con muy poca demanda. Por ello, la OCDE advierte de que los impuestos sobre viviendas desocupadas o la compra por parte de extranjeros pueden ser complejos de aplicar si no se definen criterios claros y herramientas precisas de identificación.
Propone:
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Definir con exactitud qué es una vivienda vacía.
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Aplicar impuestos ajustados a la duración de la desocupación y a la ubicación.
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Permitir que los municipios adapten los tipos impositivos a las necesidades locales.
Ayudas al alquiler: un sistema fragmentado que requiere revisión
Las ayudas actuales al alquiler están muy repartidas entre administraciones y no siempre llegan a quienes realmente las necesitan. La OCDE recomienda crear un programa nacional unificado, ajustado a los ingresos de cada hogar y a los precios de mercado de cada zona, para mejorar su impacto y reducir desigualdades.
Previsiones económicas: crecimiento moderado pero positivo
El organismo ha mejorado sus previsiones económicas para España, anticipando un crecimiento del 2,9% en 2025 y del 2,2% en 2026, impulsado principalmente por el mercado laboral y la demanda interna. Aun así, advierte que el país debe seguir avanzando en reformas estructurales para mantener la estabilidad fiscal y responder al envejecimiento de la población.
Conclusión
El análisis de la OCDE pone de relieve la necesidad de contar con una visión clara y actualizada del mercado inmobiliario, especialmente en un momento marcado por cambios regulatorios y una oferta insuficiente. En Utande Real Estate seguimos de cerca estas transformaciones para comprender su impacto real en la vivienda y en las decisiones de los ciudadanos. Nuestro objetivo es mantenernos informados y aportar una mirada experta que permita interpretar el rumbo del sector con rigor y perspectiva.